XXIII aniversario de la Sagardo Bira Homepage y seguimos celebrando el XXV
aniversario de las Kupelas Asesinas.
Asistentes: Anabel, Jordi, Carlos, Iker, Edu y Nesss
Previo
Pincheo en Lo Viejo de Donostia de los maños, que vienen en el coche de Jordi de
una conferencia en Pau, con Nesss. Aparte del clásico foie en el Sport y otras
delicias, ven el progreso de las obras en el Txalupa, donde sólo han mantenido
las paredes. Ya en la FISS, sesión Bermúdez de la que Nesss rescata a Edu a la
hora convenida. Carlos y Jordi se quedan en la resi al lado de la FISS para
luego ir a recoger a Anabel que llegará en tren a las 21:10; por otra parte Edu
y Nesss van a Hernani en bus. Tras llegar a Hernani y librarse de los bártulos,
ambos potean a sidras en bares clásicos hasta que quedan con Iker en Zinkoenea
para ir a Eula, pasando por el Puerto y la cuesta de 20% de desnivel.
Sidrería
Comedor amplio cerca de la cocina, unos escalones lleva a la zona de las
kupelas de madera, y pasadas unas puertas se llega a las metálicas. Ninguna
kupela abierta, pero hay un txotxero a disposición del respetable, propenso a
abrir la que le pidiéramos (por cierto, curiosa la forma de dejar su vaso en las kupelas
metálicas). Se notaba que era viernes. Bajamos la media de edad a 60 años.
Toca esperar al resto, que han ido a recoger a Anabel a la estación de tren,
así que les decimos que retengan la comida hasta que avisemos y bebemos sidra,
cómo no. a Iker le hizo gracia la forma de hacer txotx de Nesss, con la mano
libre en la espalda a la altura de la cintura. Tras un buen rato de beber sidra,
y de intentar hablar por teléfono con quienes no habían llegado, por fin
contactamos con ellos cuando subían la dichosa cuesta. Los "taxistas" habían
confiado en Google Maps, que les llevó a la estación de tren... de Euskotren! en
lugar de a la de RENFE. Cuando por fin llegan, con Anabel subimos la media de
chicas en la sidrería.
Ya por fin juntos los seis, pedimos de comer. Dos tortillas, una más jugosa y la
otra más picante pero ambas excelentes, unas tajadas de bakalao con pimientos
verdes difícil de hacer Josunes por las tiras cortas y anchas, 1+1+1 magníficos
txuletones rojos por dentro y de sabor cojonudo, tiernos y buenísimos según los
comensales y los cortadores; de postre, queso, nueces y membrillo. Sobraron
nueces a cascoporro, así que nos sacaron ciento más. Total, 32€ cada uno, como
pone en el cartel pegado en la columna. Justiprecio.
Ya con los panes Jordi se despista y pregunta cuál es el suyo, a lo que Edu le
dice sutilmente que no es así como van las sidrerías (el protocolo que explicó
durante el viaje a Donosti se había centrado en el Txotx y quizá descuidó la
parte gastronómica), toqueteando y comiendo de todos tras partirlos en trozos
con las manos. Anabel pilla enseguida la idea de cómo van las sidrerías, mucho
mejor que Jordi que está un tanto espeso hasta que coge el ritmo.. aunque
insiste en pedirle al txotxero que abra las kupelas vacías. Carlos cree que
Nesss le vacila cuando le dice que el baño está al fondo a la izquierda; luego
reconocería que le gustó más el ambiente aqui que en la anterior sidrería que
estuvo, casi todo el rato sentado. Entre la concurrencia, destacan la nieta de
negro con el abuelo, que no perdían comba a la hora de beber; Edu acaba
diciendoles (en broma?) que estaba ya harto de verlos en los txotxes. Para
variar, acabamos siendo los últimos en salir, aunque esta vez tenemos excusa:
comenzamos a comer a las 21:45 por las esperas, las txuletas que salieron de una
en una también tomaron su tiempo, y el postre lo sacaron a las 00:05, después
de la hora de cierre de las kupelas, aunque el txotxero estaba con ganas de
seguir atendiéndonos y en ningún momento nos presiona, más bien nos animaba a
tomar los últimos txotxes aunque ya estábamos ahítos. Edu destaca como única
nota negativa que casi toda la actividad se desarrolló en las kupelas metálicas,
habiendo escasos txotxes en las de madera, pero ello no fue óbice para no beber
como kosakos.
Epílogo
Iker guía en el camino a los demás, que van en la misma dirección, dejando a Edu
y a Nesss en Hernani y dirigiéndose a Donosti los demás (gente inteligente). Los
no tan inteligentes íbamos a ir xuabe-xuabe, que al día siguiente tocaba otra
sidre, pero como sorprendentemente encontramos un sorprendente buen ambiente
para ser un viernes noche, acabamos a las 4 de la mañana tras tomar kalimotxos
txikis en el Goiz-Argi, Garin, Apeadero, Bodega, Ekos, y Haida. Luego eso se
notó en lo que poco que durmieron nuestros intrépidos cronistas: digamos que a
la mañana siguiente tomaron sendos pintxos en el Jose Mari, acompañados de mosto
y refresco de cola, qué resaca y qué sueño y qué malestar general! Y lo que pasó
luego pertenece a otra crónica, así que sigan leyéndolas, estimada audiencia.